Tráfico de animales, una amenaza para varias especies
Aunque a nivel mundial diversas organizaciones impulsan normas y campañas para evitar el tráfico ilegal de animales, la comercialización de especies salvajes se mantiene debido a una demanda que no merma.
Colombia es el segundo país más biodiverso del mundo, razón por la que muchas especies de reptiles, aves y mamíferos son traficados de manera ilegal dentro y fuera del territorio nacional.
Las siguientes imágenes del fotógrafo Iván Valencia (publicadas en un reportaje del New York Times), retratan el dolor de los animales que son comercializados y dan cuenta de una realidad que afecta de manera importante a distintos ecosistemas en todo el país.
Los monos capuchinos son unos de los animales más traficados del país. Foto: Iván Valencia.
Una tingua azul se resiste a la atención de un veterinario en un centro de recuperación. Foto: Iván Valencia.
Las tortugas morrocoy (en esta foto con daños en su caparazón) son unos de los animales más traficados tanto para el consumo humano, como para uso ornamental. Foto: Iván Valencia.
La mirada de un mono capuchino luego de ser rescatado de los traficantes. Foto: Iván Valencia.
Un gavilán cuya ala izquierda fue amputada por los traficantes de animales para que no pudiera escapar. Foto: Iván Valencia.
A esta guacamaya le cortaron el pico para que no pudiera defenderse. Foto: Iván Valencia.