Alimentos que cuestan vidas
La producción de té, chocolate, camarón, tomate, carne y productos lácteos, genera consecuencias graves para la salud y la vida de las personas involucradas en su producción.
En tierras lejanas, otros seres humanos deben arriesgar sus vidas de maneras inimaginables para producir los alimentos que consumimos.
No hay nada como un buen té de la India. Sin embargo, las condiciones en las que se produce, no son tan buenas.
Una investigación de la BBC sobre la bebida favorita de los ingleses, reveló que en el estado indio de Assam, más de un millón de familias viven hacinadas en casas a punto de colapsar. Sin agua potable, sin inodoros, sin energía eléctrica. El salario es muy bajo y la desnutrición es una constante.
Los camarones tailandeses hacen parte de los alimentos más apetecidos en el mundo, y el país asiático logra exportar grandes cantidades gracias, en buena medida, por la explotación laboral de adultos, niños, niñas y adolescentes.
Un interesante reportaje de AP presentó varias denuncias relacionadas con el maltrato a los trabajadores en los principales centros de producción en Tailandia. Los trabajadores son sometidos a condiciones de esclavitud, sin pago, sin beneficios, sin descanso suficiente.
Pasando a alimentos más dulces, la industria del chocolate usa más de dos millones de niños y niñas en condiciones de explotación infantil en países como Costa de Marfil y Ghana. Según el Huffington Post, gran parte de este chocolate se exporta a Estados Unidos, y llega a través de productos de grandes marcas a los mercados de Latinoamérica y Europa.
No obstante, las situaciones de explotación no sólo suceden en países poco desarrollados. En el estado de Florida, en Estados Unidos, el 90% de los tomates es producido por migrantes latinos retenidos de manera forzosa y bajo engaños.
Un artículo de la Radio Pública Nacional de Estados Unidos, detalla las denuncias que rodean la producción de uno de los alimentos más importantes para el país del norte.
Algo similar sucede en el estado de Nuevo Mexico, donde muchos trabajadores migrantes sufren malos tratos y malos pagos en pequeñas granjas, de acuerdo con información de Aljazeera América.
Un consumo más responsable es fundamental para fomentar buenas prácticas en la industria alimenticia. Revisar las etiquetas y hacer llamados a las empresas, son algunos pasos para fomentar el cambio en el sector.